Crisis hídrica: mal manejo del agua amenazaría el desarrollo del país.

Experto dice que la falta de lluvias es la nueva realidad, observa una descoordinación colosal en la gestión del recurso y cree que el Estado está superado.

El gerente de sustentabilidad y nuevos negocios de Fundación Chile, Andrés Pesce, calificó la falta de precipitaciones en el país como la "nueva realidad hídrica" y no una mera coyuntura.

En este momento, hay tres regiones (Coquimbo, Valparaíso y O'Higgins) y 17 comunas de la Región Metropolitana donde el Gobierno ha declarado emergencia agrícola.

"Esta crisis tiene que ver con cambiar lo que tú haces, es un conjunto de cosas. Nosotros vemos cuatro ejes para generar una trayectoria de transición hídrica. El primero es la gestión y la institucionalidad del agua. El segundo tiene que ver con la eficiencia, cómo utilizamos de manera más inteligente el agua. El tercero es traer la conservación al eje de la mesa. Y el cuarto es generar las nuevas fuentes de agua", explicó Pesce en Canal 13.

Afirmó que estamos haciendo un muy mal manejo del agua y que, de seguir así, el país no podrá seguir creciendo e incluso verá amenazado su modelo de desarrollo.

Pesce planteó que el principal problema relativo al agua no es el cambio climático, sino la mala gestión, lo que en Chile se traduce, por ejemplo, en que mucha agua se pierde y no se hace gestión integrada de las cuencas. "Tenemos 101 cuencas, solo en siete hay planes de cuenca y son más o menos", precisó el ejecutivo de Fundación Chile, quien añadió que hay más de 40 agencias estatales vinculadas al agua, pero que tenemos "una descoordinación colosal en el Estado" respecto del tema.

En cuanto a la regulación del agua, Pesce aseguró que "el Estado está superado", lo mismo que prácticamente todos los Estados del mundo.

Balance hídrico

Recientemente, la Dirección General de Aguas (DGA) reveló los resultados del Balance Hídrico Nacional para las zonas norte y centro del país.

La cuenca del río Copiapó es una de las más afectadas por la disminución de sus caudales: entre 2005 y 2015, el déficit superó la mitad. Los caudales de los ríos Elqui y Aconcagua han sufrido la mayor disminución: el primero bajó 43 puntos porcentuales en la última década respecto de la anterior y el segundo registra hasta un tercio menos de agua superficial que hace dos décadas.

En cuanto a la cantidad de precipitaciones caídas, la cuenca del Elqui es la más afectada: de un superávit del 3% entre 1995 y 2005, respecto de la década anterior, pasó a un déficit de 29% en los últimos años.


Fuente: Diario Atacama. 26 de agosto de 2019.


26 de Agosto de 2019