Vínculo entre la educación técnico profesional y el sector productivo aún es débil e inestable.

Lo que se enseña a nivel escolar se relaciona poco con los requerimientos de la industria. Ante el auge tecnológico y sus vertiginosos, no contar con una mirada sistemática pone en riesgo el desarrollo del país.

Para que aprendieran sobre sustentabilidad de manera práctica, este año el profesor Patricio Acuña pidió a sus alumnos del Liceo Tecnológico Profesional Nocedal crear ladrillos ecológicos a partir de poliestireno, un material termoplástico que suele desecharse después de un solo uso. "Buscamos problemas del entorno y trabajamos en función a necesidades reales. No solo queremos crear maquetas, sino productos que entreguen una solución lo más correcta posible. En este caso, la sostenibilidad es algo que la industria está exigiendo", dice.

Estar al día con las necesidades del sector productivo parece obvio en el caso de la educación técnico profesional, pero en la práctica esto no siempre se cumple. En educación media, la actualización de los programas de estudio se ha realizado en ciclos cercanos a los 15 años. La experiencia dual -sistema que fomenta que los alumnos dividan su semana entre el aula y el trabajo en una empresa- también es poco común.

Así lo revela un informe elaborado por el Centro de Políticas Públicas de la Universidad Católica de Chile junto a Inacap, Duoc UC y la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC). La alianza investigó, analizó datos y organizó talleres participativos en cinco ciudades del país.


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Fuente: El Mercurio. 30 de diciembre de 2018, pág A12.


4 de Enero de 2019