Información clave para prevenir y mitigar catástrofes

Proyecto ciren en la región de Atacama

La Región de Tarapacá se encuentra expuesta permanentemente a los impactos de eventos naturales de diverso origen, siendo el cambio climático lo que en la actualidad mantiene la alerta encendida, ya que la tendencia que proyectan los especialistas es un alza en la frecuencia y magnitud de las amenazas hidrometeorológicas, climáticas e hidrológicas.

Por este motivo, el Centro de Información de Recursos Naturales (CIREN) se encuentra desarrollando un estudio denominado “Zonificación de riesgos relacionados a los desastres naturales de remoción en masa e inundaciones para la Región de Tarapacá”, que permitirá clasificar el territorio y generar información clara y precisa para fortalecer la toma de decisiones, resguardar la seguridad de la población y la inversión agrícola.

La iniciativa, que supera los $240 millones, es parte del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional de Tarapacá.

“Este es un proyecto desafiante, el primero de estas características que se realiza en la región. Por ello, los datos y la información que logremos identificar y recopilar tienen un alto valor para la comunidad, pues permite reducir la vulnerabilidad en ciertas zonas que hoy necesitan mayor protección debido a los cambios que estamos viviendo”, sostiene Félix Viveros, director ejecutivo de CIREN.

Impacto en la Región

Desde el punto de vista regional, este trabajo tiene un impacto fundamental, ya que permite avanzar en el conocimiento y la comprensión de los fenómenos naturales. Así lo explica Carlos Rodríguez, geólogo y coordinador del proyecto en la zona: “A diferencia de lo que ocurre en el resto del país, donde la sequía es predominante, en el norte la tendencia indica que cada vez serán más recurrentes las precipitaciones. Sin embargo, estas no se distribuyen homogéneamente a lo largo del invierno, sino que son cada vez más intensas y se concentran durante la temporada estival, generando crecidas, inundaciones y aluviones. Lo anterior es un problema pero también podría ser visto como una oportunidad, utilizando el agua que actualmente no se ocupa, como lo hacían los antiguos habitantes del territorio”, afirma.

Actualmente el equipo se encuentra recolectando datos en terreno que permitirán ajustar el modelo para la zonificación. “Como herramienta innovadora, se utilizó un dron para apoyar el levantamiento de información en lugares de poca accesibilidad y con escala de detalle, que permiten distinguir los factores geológicos relevantes y que pueden generar mayor susceptibilidad para la ocurrencia de remociones en masa”, asevera Rodríguez.

Avances

Por su parte, Marcelo Durán, cartógrafo MSc. en geomática y director del proyecto, comenta algunos de los avances: “Se terminó una cobertura geomorfológica de toda la Región de Tarapacá, a escala 1:250.000, un dato no existente a nivel regional ni mucho menos a esta escala de representación. Se estima realizar lo mismo con la cobertura geológica y también determinar los umbrales de precipitación que gatillarían flujos de agua y movimientos en masa”.

Para la realización de este proyecto, CIREN inauguró su primera oficina regional en la Seremi de Agricultura, contratando además a profesionales de Tarapacá, quienes han estrechado un importante vínculo con la gobernanza local.

“En tiempo de emergencias, como lo que nos sucedió en febrero de este año, las lluvias activan ciertas quebradas que arrastran sedimentos y de esa misma forma, inundan sectores agrícolas actualmente utilizados. Con este proyecto vamos a establecer y determinar cuáles son aquellas áreas que generan peligro para la comunidad, para nuestros agricultores, y también qué resultados van a tener con la agricultura”, explica Fernando Chiffelle, seremi de Agricultura de Tarapacá

La autoridad regional destaca que “la idea es que antes de las próximas lluvias tengamos un mapa absolutamente claro y actuemos frente a determinadas cantidades de agua y que además podamos saber en qué lugar se va a activar una remoción. De esta forma podremos poner en alerta a los alcaldes, a los encargados de emergencia de cada comuna y así poder preservar la vida de nuestros agricultores”

Una vez finalizadas las campañas de terreno y luego de recorrer todas las localidades de la región en busca de información, se podrá poner en marcha el modelo para la zonificación a nivel regional. Luego, se realizará la etapa de transferencia de los resultados al mundo público y privado, principalmente a profesionales de servicios y tomadores de decisiones, por medio de talleres de difusión

Fuente: Revista Nuestra Tierra N°320, pág 9


6 de Diciembre de 2019