La lucha por agua de calidad de los emprendedores regionales

Jóvenes buscan con nuevas ideas encontrar soluciones a la falta del recurso hídrico en la zona, además de darle un valor agregado utilizando el reciclaje y energías renovables no convencionales.

Purificar el agua. El ambicioso objetivo que tienen en común emprendedores locales que, mediante diversas tecnologías -e historias en el camino- intentan maximizar este vital elemento, históricamente escaso en la región, mejorando así la calidad de vida de los habitantes de la zona.

Alejandro Abarcia, diseñador industrial copiapino, creó Proyecto Yakka en 2016, buscando obtener agua a partir de la niebla y los rocíos. Yakka (que en aymara significa serpiente de agua) fue beneficiario Corfo 2017 con cerca de 20 millones de pesos. Mediante un equipo multidisciplinario de siete profesionales expertos en áreas tales como metalurgia, mecánica y pedagogía, han creado dos productos: Yakka Agua y Yakka Energía.

La primera recolecta agua de la condensación de la niebla, idealmente la costera, y está actualmente en etapa venta en verde. Los usos de la reutilización de esta agua sirven tanto para el consumo humano como para usos agrícola, industrial y forestación. Beneficia al mundo agrícola desde su recolección y almacenamiento de agua, hasta la dosificación necesaria para las plantas, disminuyendo costos en la obtención y regadío de sus cultivos.

"Lo ideal sería extenderlo a zonas costeras del país; nos han llamado de Bolivia, Perú y El Salvador, así como del sur de Chile, todos lugares donde hay niebla pero no necesariamente se sabe sacar provecho de ella, especialmente en zonas interiores donde la niebla se escurre con más facilidad", cuenta Alejandro. Este proceso, explica, se logra "captando agua desde tres caras distintas del viento en una sola dirección, logrando así, llegar hasta 20 litros de agua promedio por unidad/día", resume Abarcia.

Yakka Energía, en tanto, desarrolla energía eólica que sirve de punto de carga para teléfonos móviles. adelantando que su primer cliente es MINVU, con quienes acordaron intervenir el Parque Kaukari de Copiapó.

"Pretendemos instalarlos en junio próximo, por lo que capacitaremos a la comunidad en el uso y cuidado de estas tecnologías, que nos benefician a todos", comentó el creador, orgulloso de aportar a su zona, rescatando raíces y abordando los desafíos que impone su tierra.

Energías y materiales no convencionales

Energías renovables no convencionales son la materia prima para Juan Carlos Guirao, creador de la desaladora de agua ERN (energía renovable no convencional), y cuyo propósito es intervenir caletas o asentamientos pequeños de cerca de 50 personas. Guirao, ingeniero civil industrial y en ejecución mecánica de la Universidad de Atacama, cuenta que la desaladora surgió como una idea mientras estudiaba y hoy, más de veinte años después, tiene el proyecto en etapa de prueba tras apoyo de Minera Candelaria, con quienes creó el prototipo el año pasado.

"Uso energía solar y eólica, sin necesidad de cableado ni electricidad. Nuestra piscina es autónoma, fácil de usar y más económica que su competencia, las de osmosis inversas que valen más de 120 millones pesos frente a los cerca de 80 millones de pesos que cuesta la que utilizo", señala, añadiendo que la producción actual está en cinco litros por hora y buscan llegar a siete por hora.

El proyecto, donde también colabora un ingeniero eléctrico, busca acelerar el proceso de evaporación de agua, logrando un estado de ebullición permanente mientras haya sol, separando las sales que contiene.

Adicionalmente, Guirao adelantó que buscan reducir el tamaño de la piscina, mejorar su diseño y la pendiente del vidrio, para que la gota escurra con un tamaño menor de la actual, manteniendo la ebullición durante todo el día, además de agregar un temporizador y baterías sustentables que reduzcan la entrega de energía, manteniendo el agua tibia por más tiempo.

Emprendedores estudiantes

Así como estos emprendimientos en curso, hay otros en etapa de prototipado, que tienen en común con los anteriores proyectos el pertenecer a la cartera del Cowork Atacama y de Chrysalis Incubadora de Negocios de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, sede Atacama.

Es el caso del proyecto OASIS, equipo de siete jóvenes formado por estudiantes y egresados de la Escuela Técnico Profesional Copiapó, quienes buscan crear un filtro en base a grafeno capaz de remover las impurezas del agua (sarro principalmente) de forma simple y barata.

El grafeno, conocido como "el material del futuro", destaca por su resistencia, ligereza y alta conductividad térmica, y ahora representa el objeto de estudio de este equipo de trabajo, quienes empezaron a desarrollarlo en mayo pasado en el marco de un proyecto científico escolar apoyado por PARExplora Atacama, que tenía por objeto mejorar la calidad del agua.

Por mientras, siguen perfeccionando su uso y tratamiento mediante capacitaciones facilitadas por el Cowork Atacama y las instituciones que lo respaldan.

Diego Valenzuela Arqueros, uno de sus integrantes, sueña en grande luego de adjudicarse un fondo Movil Maker para el proyecto.

"Estamos muy contentos de formar parte de esta iniciativa y muy motivados por lograr crear el filtro y así mejorar la calidad de vida de las personas de la región. También estamos muy agradecidos de los profesores, académicos, ingenieros y las instituciones que nos han estado apoyando este tiempo. Todo partió como un juego de niños y nunca pensamos que llegaríamos a dar pasos grandes en tan poco tiempo", señala.


Fuente: Diario Atacama. 08 de enero de 2019,pág 2


8 de Enero de 2019